Cayendo sin paracaídas

Monday, June 11, 2007

You can tell me by the way I walk



Vuelvo a escribir después de mucho, mucho tiempo de inactividad. No se por qué la gente escribe. No se por qué dejé de escribir. Claramente tiene alguna relación con las ganas que uno tiene de decir cosas, y también de ser escuchado. Pero tampoco es que tenga algo en particular que decir, simplemente tengo la sensación de que hace bien.

Me motivó a escribir el gran disco de Genesis 'Selling England By The Pound', que cada vez que lo escucho me gusta más, y no puedo evitar recordar una parte de mi vida. Me llevé a mi viaje de hace un par de años mi Ipod con una selección bastante random de música. Entre medio estaba este disco, que terminó casi monopolizando lo que escuché por 6 meses...

Hay un momento en particular que se me viene a la mente cuando se abre Dancing With The Moonlit Knight. Después de haber estado enfermo en Jaipur un par de semanas, sintiéndome pésimo, conectado a mangueritas con jugo con vitaminas y remedios, durmiendo en piezas sucias, solo, solo, solo, preocupado y un poco asustado a veces por mi estado de salud, con miedo a desmayarme si me paraba a tomar un taxi para ir al hospital, y con miedo a desmayarme si me quedaba en la pieza, me fui a Pushkar, un pueblo sagrado a orillas de un lago hermoso. Me conseguí una pieza que tenía una ventana, o más bien un hoyo que daba al lago. Ese mismo día en la mañana había tomado un bus en Jaipur, en la estación con vacas pululando y gente muriéndose de hambre en el suelo. Jaipur, donde pasé más de dos semanas y que nunca recorrí de verdad, como el turista que era aunque no me gustara serlo. En fin, ese día en esa pieza con un hoyo que daba al lago fue realmente duro. Ese mismo día terminé de leer Catch 22, y recuerdo perfectamente el momento en que en el bus leí la última página del libro, cuando Yossarian finalmente es libre, y me embargó una gran emoción. Solo, por fin sano, en un país lejano, terrible y hermoso al mismo tiempo y en alternancia, junto con Yossarian era por fin libre.

Bueno, esto se me viene a la mente porque esa noche en Pushkar no podía dormir porque quería un pan con jamón. Para ser más específico, necesitaba urgentemente una marraqueta tostada con mantequilla y jamón. No tengo la más remota idea el motivo por el que se me vino esta obsesión tan rebuscada. De hecho fue la única vez en los 6 meses que estuve fuera que se me ocurrió algo parecido. Cuando digo que no pude dormir lo digo literalmente: escuché musica toda la noche y miré los bichitos que andaban por el suelo en mi pieza. Por el suelo, porque a los que andaban en mi cama no quise mirarlos para conservar la poca salud mental que me quedaba esa noche. Mirándolo en perspectiva no fue tan terrible. No estaba desesperado, sabía que todo iba a estar bien y que iba a volver a ver un pan con jamón. Pero esa noche tuve nostalgia, todo lo que yo amaba en la vida estaba contenido en esa marraqueta con jamón: mi familia, mi casa (mi cama, mi baño, mi suelo de Chile sin caca de vaca ni gente muriendo de hambre...), mi vida verdadera. Y todo esto mientras escuchaba Genesis, Selling England By The Pound. Cuando empieza el disco con Peter Gabriel cantando:

"Can you tell me where my country lies?"
said the unifaun to his true love's eyes.
"It lies with me!" cried the Queen of Maybe
- for her merchandise, he traded in his prize.

Me invade la misma sensación de nostalgia estando solo, débil, con hambre, en una pieza sucia y en un país donde no se entiende nada aunque uno trate. Pero es una sensación que tiene gusto dulce, de alguna forma siento nostalgia otra vez de esa noche y quiero volver a estar ahí, siento nostalgia de esa pieza sucia y de ese pan con jamón tan perfecto.