Sobre el tema que me tiene complicado, cito a monseñor Vincent Landel s.c.j, arzobispo de Rabat. El problema es que no me parece que esta visión sea bilateral.
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¡Y si el otro se convirtiera realmente en mi hermano!
¿No es esta la cuestión que hay que plantearse ante el debate que circula en los medios? Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo poner en cuestión la fe que le hace vivir?
¿Podría yo burlarme de una manera u otra de sus creencias?
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo hablar de libertad sin vivir el respeto?
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo rechazarle con actos de violencia contra su persona o sus bienes?
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo permitirme hablar de él negativamente a sus espaldas? ¿Podría yo permitirme destruir incluso hasta su intimidad?
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, le podría encontrar en verdad, podríamos hablar simplemente, incluso sin estar de acuerdo en todo.
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, su encuentro me haría crecer; y estoy seguro que él también crecería.
Si el otro se convirtiera en mi hermano, nuestras miradas podrían cruzarse y una sonrisa verdadera iluminaría nuestros rostros.
Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¡qué mundo tan apasionante podríamos construir!
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3 comments:
Comparto los sueños de hermandad entre los pueblos, pero dudo de su aplicabilidad en las condiciones actuales. Los conflictos ideológicos y políticos son demasiado complejos y hay mucho fanático excluyente con poder en el mundo.
Debo decir que no comparto algunas de tus opiniones con respecto al "choque de civilizaciones", pero mis fundamentos quedarán para otra oportunidad, porque ahora me voy a almorzar.
Los saludos de siempre.
Si el otro se convierte en mi hermano, ¿qué debo hacer si amenaza a otro de mis hermanos?
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